Es difícil dejar de escribir, y más cuando me has dado suficiente material.
Cuando te marque y te dije que no era una oferta, estaba enojada, aun enojada por tu comportamiento y tu ligereza, demostrándome que simplemente yo era la que te quería a ti y no tu a mí.
Me imagine que sería más fácil, pero no, si dejaste una huella en mi vida y no creo que se me borre en poco tiempo, todo grita tu nombre, el perfume que uso diario (que siempre estuvo acompañado de la frase “Lo escogió tu novio? Tiene buen gusto”, y yo respondía “claro anda conmigo”), el celular que es mi herramienta de trabajo, hasta el divertidísimo juguete que dejaste. Todo me deprime, todo tiene tu nombre (Los pumas, Adán Romero, La banda, Joan Sebastián, los Passat Plata, los Audi A4, los bebes, Seattle, mi perfume, Frascatti, etc.…etc.…), todo grita que estuviste aquí, aunque solo fueran unos instantes.
Cuando más te necesito es cuando decides cortar definitivo, y es que no es sencillo seguir “frecuentando” como amiguitos, nunca lo había entendido, hasta que quieres como yo te quiero.
Y va de nuevo por si se te olvido: Te quiero porque tu no quisiste sacar provecho de mi por mi trabajo ni por nada de lo que yo pueda hacer, te quiero porque me conoces tal como soy sin mentiras ni nada (incluyendo lo reclamona y consentida que sabes que soy), porque has estado ahí cuando mas mal había estado como lo de mi salida de casa de mama, la fatídica navidad que pase, mi rezago económico cuando solo tenía que comer pasta con crema, y obviamente hacer que un 14 de febrero valiera la pena (cursi pero cierto).
Créeme que siempre tuve presente el irme en este otoño, porque como ya te había dicho, yo ya no tenía nada que hacer aquí si tú estabas allá y no te podías venir en este año como estaba planeado. Porque lo más importante eras tú, mi motivación, mi razón de trabajar TODO el día y soportar a la loca de mi jefe, dejar todo, al fin y al cabo ni manca ni tonta estoy como para salir adelante donde sea haciendo lo que sea, si estábamos juntos, no importaba. AMO mi carrera y lo hago y lo sabes y renunciar a hacer lo que AMO allá en lo que encontraba trabajo de lo que realmente se hacer era algo que ya tenía contemplado, darte de regalo de cumpleaños el que ahora si estuviera embarazada y hacer nuestra vida juntos.
Pero pues como definitivamente tú no estás de acuerdo en cómo soy (y no fue ni una sorpresa) aunque yo allá aceptado como eres tú, es ahí donde te das cuenta quien tolera cosas porque realmente cree y quiere hacer, no a la fuerza.
Antes si te desconectabas y no te despedías marcabas porque sabias que me iba a sacar de onda, me marcabas por lo menos una vez a la semana y si, como me dijiste enojado, como no conozco aun tu trabajo no se que estas ocupado todo el día. Pero solo quería un minuto (a la semana si quieres!) para saber que estabas bien.
Pero en fin, me encanto que siempre pudiéramos conversar de cualquier tema, que fuimos muy maleables y variados con la música, que teníamos intereses en común, y el sexo, ni se diga… (con el buenísimo y finísimo comentario que te aventaste creo que te quedo demasiado claro).
Pero exactamente, hay cosas que no se deben de decir, como esa, ahí me dejaste más que claro cuánto cariño y respeto me tienes. Te quiero tanto que me valen tus defectos, como siempre te lo eh dicho. Tu falta de atención, tu libertad, tus secretos, tus ausencias, tu todo…
Realmente eh estado enferma y realmente te eh necesitado como nunca, aunque solo me marcaras para decirme que voy a estar bien pero pues, ya ni modo.
Siempre tuve presente que el día que nos separáramos era por que alguno de los dos había encontrado alguien mejor que tu o que yo, espero que la encuentres, porque yo no creo.
Adiós a todo, nuestros planes, nuestros viajes, el bebe!, todo…
Si te quiero, si te extraño, pero pues si solo necesitabas un mínimo pretexto para liberarte, pues ni modo, fue tu decisión y como siempre, a la fuerza ni los zapatos.
